domingo, 22 de marzo de 2009


¡DILE ADIÓS A LA ANSIEDAD!
En épocas de dificultad todos los seres humanos tenemos algo en común: la ansiedad. Es un estado de agitación e inquietud que viene de una combinación entre lo que nos ocurre en el momento y los pensamientos sobre lo que nos podría ocurrir. La ansiedad es la que nos lleva a comportamientos dañinos como fumar, tomar alcohol en exceso o comer más de lo que debemos.
Quiero contarte 5 cosas que he aprendido y que me han ayudado a manejar cada vez mejor la ansiedad en momentos difíciles.
1- Realidad versus ficción: Mucha de la ansiedad proviene de los miedos y la definición de miedo es “anticipación de dolor”. Sufrimos antes de que nos duela. Para evitarlo, vamos a tomar las cosas reales (como por ejemplo si realmente no tienes dinero para pagar una cuenta específica) y separarlas las de las cosas que no han pasado (por ejemplo andar con miedo a perder el trabajo mientras lo tienes).
2- El origen de tus preocupaciones: Todas las cosas que nos preocupan tienen una carga emocional que se puede estar arrastrando por años. Si tienes miedo, por ejemplo, de que tu pareja pueda golpearte y nunca lo ha hecho, piensa si alguna vez viste eso en tu casa cuando pequeño. Al entender de donde vienen tus emociones, les comienzas a ganar la batalla.
3- Bajo control versus fuera de control: Tu puedes controlar tus acciones para siempre hacer un buen trabajo, pero no puedes controlar que el producto que fabricas ahora se hace más barato en Beijing. Toma acción sobre la calidad de tu trabajo y recuerda que las cosas que no controlamos las ponemos en manos de nuestra fe, cualquiera que sea.
4- Échale gasolina al cerebro: ¿Sabes cuál es la gasolina que usa? Se llama oxígeno… y mientras más le eches, mejor funciona. Cuando no sepas controlar una situación, antes de reaccionar, dale gasolina al cerebro – respira – y tus resultados van a cambiar por completo. Agrégale a esto un poco de ejercicio diario y tendrás gasolina todos los días.
5- Celebra lo que sí tienes: Si no sabes cuándo se van a ir de tu vida las cosas difíciles, entonces ¿para qué les dedicas tanto tiempo? Una vez que has hecho tu mejor esfuerzo, dedícate a disfrutar y agradecer lo que sí tienes. Cuando comiences a hacer la lista, te darás cuenta que no podrás parar de escribir tantas bendiciones que ya tienes en tu vida.
Sigue estas claves para que bajes tu nivel de ansiedad, enfrentes mejor los problemas y para que, en las malas y en las buenas, seas siempre una persona más feliz.

Alberto Sardiñas

No culpes a nadie


"No culpes a nadie",
nunca te quejes de nada ni de nadie porque fundamentalmente Tu has hecho tu vida. Acepta la responsabilidad de edificarte a ti mismo y el valor de acusarte en el fracaso para volver a empezar, corrigiéndote. El triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas del error.
Nunca te quejes del ambiente o de los que te rodean, hay quienes en tu mismo ambiente supieron vencer, las circunstancias son buenas o malas según la voluntad o fortaleza de tu corazón.
No te quejes de tu pobreza, de tu soledad o de tu suerte, enfrenta con valor y acepta que de una u otra manera son el resultado de tus actos y la prueba que has de ganar. No te amargues con tu propio fracaso ni se lo cargues a otro, acéptate ahora o seguirás justificándote como un niño, recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan terrible para claudicar.
Deja ya de engañarte, eres la causa de ti mismo, de tu necesidad, de tu fracaso.
Si Tú has sido el ignorante, el irresponsable, Tú únicamente Tú, nadie pudo haberlo sido por ti.
No olvides que la causa de tu presente es tu pasado, como la causa de tu futuro es tu presente.

Pablo neruda

domingo, 8 de marzo de 2009

Mala economía: Prueba de fuego

Cuando hace dos semanas escribí sobre “lo bueno de la mala economía”, la reacción de la mayoría de los lectores fue muy positiva. Incluso llevamos el tema a la radio y lo discutimos en debates muy interesantes en dos programas de televisión. Sin embargo, algunos me escribieron mostrando su desacuerdo. Me llamó la atención un correo electrónico que decía: “Alberto: no trates de verle lo bueno a todo esto, porque las cosas en este país están ‘jodidas’ y tarde o temprano nos ‘joderemos’ todos”.
Por respeto a esta persona voy a mantener su identidad anónima, sin embargo, quisiera tomar un momento para responderle con sus propias palabras: Aquí y en cualquier parte del mundo se “jode” el que quiere y el que lo permite. Esto incluye, muy especialmente, a todo aquel que no sea capaz de reaccionar de manera entusiasta a situaciones como esta.
Si vemos todo lo malo necesariamente como una desgracia, precisamente en eso se va a convertir. Sin embargo, si nos preguntamos qué hay para aprender en cada cosa mala que nos ocurre, el resultado es completamente diferente y te va a sorprender.
No pienses ni por un momento que con este concepto estoy tratando de evadir la realidad: La situación económica en Estados Unidos y el mundo es difícil, sin embargo, tenemos dos opciones bien simples. La primera es convertirnos en víctimas de las circunstancias y sentarnos a quejarnos. La segunda es convertirnos, hoy más que nunca, en dueños de nuestra vida y nuestro destino.
Hace unos días conversé con una amiga que me dio la triste noticia de que se había separado de su esposo. Mientras me iba contando cómo iba todo, logramos identificar al menos 3 cosas positivas en medio de algo tan difícil como una separación. Entre ellas, mi amiga estaba aprendiendo a pasar tiempo sola mientras su hijo pasa algunos fines de semana con su padre. Ella en años nunca había pasado tiempo sola.
Además, mi amiga comenzó a buscar trabajo, pero no en cualquier cosa, sino en el área de su vida para la que tanto estudió y que había dejado a un lado por diversas razones durante su matrimonio. Definitivamente es un momento de crisis que, en medio de su tristeza, ella está convirtiendo en una oportunidad. Y es lo mismo que te invito a hacer hoy respecto a la crisis económica: hazla un poco más leve convirtiéndola en una ocasión para cambiar positivamente.
También las épocas de dificultad de dinero nos ponen a prueba a todos: ¿cómo está reaccionando nuestra pareja? ¿quiénes de nuestros amigos nos ofrece su ayuda, aunque sólo sea “apoyo moral”? ¿cómo estamos manejando nuestra propia ansiedad?
Hoy quiero recordarte el conocido principio del “90-10” del escritor Stephen Covey: “En realidad no tienes el control sobre 10% de lo que ocurre. El otro 90% está determinado por la forma en la que reaccionas a eso”.

El Cielo está gris


Cuando el cielo este gris acuerdate cuando lo viste profundamente azul.
Cuando sientas frío piensa en un sol radiante que ya te ha calentado.
Cuando sufras una temporal derrota acuerdate de tus triunfos y de tus logros.
Cuando necesites amor revive tus experiencias de afecto y ternura, acuerdate de lo que has vivido y de lo que has dado con alegría.
Recuerda los regalos que te han hecho, los abrazos y besos que te han dado, los paisajes que has disfrutado y las risas que de ti han brotado.
Si esto has tenido lo puedes volver a tener y lo que has logrado, lo puedes volver a ganar.
Piensa en lo bueno, en lo amable, en lo bello y en la verdad. Recorre tu vida y detente en donde haya bellos recuerdos y emociones sanas y vivelas otra vez, visualiza aquel atardecer que te emocionó. Revive esa caricia espontanea que se te dió.
Disfruta nuevamente de la paz que ya has conocido, piensa y vive el bien.

Allí en tu mente estan guardadas todas las imágenes.

Y solo Tú decides cuales has de volver a mirar.