
Por respeto a esta persona voy a mantener su identidad anónima, sin embargo, quisiera tomar un momento para responderle con sus propias palabras: Aquí y en cualquier parte del mundo se “jode” el que quiere y el que lo permite. Esto incluye, muy especialmente, a todo aquel que no sea capaz de reaccionar de manera entusiasta a situaciones como esta.
Si vemos todo lo malo necesariamente como una desgracia, precisamente en eso se va a convertir. Sin embargo, si nos preguntamos qué hay para aprender en cada cosa mala que nos ocurre, el resultado es completamente diferente y te va a sorprender.
No pienses ni por un momento que con este concepto estoy tratando de evadir la realidad: La situación económica en Estados Unidos y el mundo es difícil, sin embargo, tenemos dos opciones bien simples. La primera es convertirnos en víctimas de las circunstancias y sentarnos a quejarnos. La segunda es convertirnos, hoy más que nunca, en dueños de nuestra vida y nuestro destino.
Hace unos días conversé con una amiga que me dio la triste noticia de que se había separado de su esposo. Mientras me iba contando cómo iba todo, logramos identificar al menos 3 cosas positivas en medio de algo tan difícil como una separación. Entre ellas, mi amiga estaba aprendiendo a pasar tiempo sola mientras su hijo pasa algunos fines de semana con su padre. Ella en años nunca había pasado tiempo sola.
Además, mi amiga comenzó a buscar trabajo, pero no en cualquier cosa, sino en el área de su vida para la que tanto estudió y que había dejado a un lado por diversas razones durante su matrimonio. Definitivamente es un momento de crisis que, en medio de su tristeza, ella está convirtiendo en una oportunidad. Y es lo mismo que te invito a hacer hoy respecto a la crisis económica: hazla un poco más leve convirtiéndola en una ocasión para cambiar positivamente.
También las épocas de dificultad de dinero nos ponen a prueba a todos: ¿cómo está reaccionando nuestra pareja? ¿quiénes de nuestros amigos nos ofrece su ayuda, aunque sólo sea “apoyo moral”? ¿cómo estamos manejando nuestra propia ansiedad?
Hoy quiero recordarte el conocido principio del “90-10” del escritor Stephen Covey: “En realidad no tienes el control sobre 10% de lo que ocurre. El otro 90% está determinado por la forma en la que reaccionas a eso”.
1 comentario:
gracias por tan buen escrito...
Publicar un comentario