
Luego de pasar meses protagonizando las noticias de farándula, los pasados días fueron claves en el caso tan complicado de la separación de la presentadora de televisión Myrka Dellanos y su esposo Ulysses Alonso. Es la historia de una mujer quien inesperadamente se casó con un hombre 15 años menor que ella, con quien primero vivió una gran felicidad y luego la tristeza de una separación, marcada por episodios de violencia, aparentes persecuciones y procesos legales.
Hace sólo unos días todos nos sorprendimos por la decisión de Ulysses de declararse culpable de los cargos de acoso y extorsión, entre otros. Esto le permitió salir de la cárcel bajo libertad condicional por 5 años. Más adelante, Ulysses volvió a aceptar su culpabilidad en el caso de violencia doméstica que tenía abierto. Muchas personas han calificado estas decisiones como una derrota, sin embargo, yo lo veo como un triunfo en su vida y lo felicito.
Todos cometemos errores, sin embargo, algunos se atreven a reconocerlos y otros no. Cuando negamos nuestros errores nos ponemos a la defensiva, insistimos en que hicimos lo correcto y nos quedamos en el mismo punto donde comenzamos. Sin embargo, cuando reconocemos que nos equivocamos, entramos en una nueva etapa maravillosa de nuestra vida, que consiste en aprender de esos errores y asegurarnos de que nunca nos vuelvan a ocurrir.
El otro día me reuní con una persona en mi banco, quien me mostró que una decisión que tomé sobre mi dinero me había llevado a tener una gran pérdida. Mientras yo insistía en esperar a que esa inversión subiera, él me dijo: “Alberto, allí no ganarás. Reconoce que perdiste y sigue adelante”. Eso mismo hizo Ulysses y por eso hoy lo respeto: luego de todos sus errores, se atrevió a reconocerlos y, en lugar de defender lo indefendible, reconoció sus pérdidas y pasó la página.
Ya sólo queda que Myrka y Ulysses finalicen el divorcio y ojalá que lo hagan pronto, para que ambos – cada quien por su lado – nos den una lección a todos de lo que significa salir de un problema con dignidad, aprender de las lecciones y seguir adelante con nuestras vidas.
Alberto Sardiñas
1 comentario:
Fantastico punto de vista, me encantó. En ocasiones pensamos que los fracasos son diferentes en los negocios, en la famlia, etc... pero el remedio resulta ser el mismo, soltar las culpas, levantarnos, fijar nuevas metas o estrategias y dar el primer paso.
Gracias por compratir.
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