
Hace sólo unos días el sur de la Florida se conmovió ante la noticia de que Andy Rodríguez, estudiante de 17 años, mató a cuchilladas a Juan Carlos Rivero, su compañero de la misma edad, en la escuela Coral Gables Senior High. Situaciones como ésta nos ponen a pensar acerca de los niveles de ansiedad y rabia de los que todos estamos sufriendo. Andy Rodríguez reaccionó de la peor de las formas pero, aunque no lleguemos a hacer algo tan salvaje, todos tenemos el potencial de reaccionar con distintos niveles de violencia antes situaciones difíciles de la vida.
Mientras todos tenemos la esperanza de que las autoridades reaccionen finalmente con un plan que permita reforzar la seguridad en las escuelas del país, yo creo que todos podemos encontrar lecciones que nos permitan ser mejores seres humanos, luego de enterarnos de una desgracia como ésta. Aquí van las que yo encuentro:
1- Violencia trae más violencia: Personalmente, si un día siento que necesito tener un arma para defenderme, preferiré unirme a los activistas contra la violencia, pidiéndole más seguridad al gobierno, en vez de comprar una pistola o un puñal.
2- Todo comienza en casa: No se trata de criar hijos “tontos” que no se sepan defender, sino de inculcarles una actitud de “defensa inteligente”, donde sepan protegerse, pero también puedan establecer límites para saber cuándo defenderse solos y cuándo pedir ayuda.
3- No esperemos a que lo peor pase: ¿Te preocupa la seguridad en la escuela de tus hijos? ¿Crees que hay algo en tu trabajo que representa un peligro para tu salud? ¿Piensas que un ruido en tu automóvil podría causarte un accidente? Exprésate y toma acción inteligentemente y a tiempo.
Alberto Sardiñas
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